Viejo Pascuero, Santa Claus...cómo llegó a Chile.


Este escrito está en FyCCh., publicado hace 3 años atrás, se republica una parte, para entender de donde viene este viejo pascuero, y la motivación para hacer regalos en Navidad, de paso se cuentan algunas anécdotas navideñas, de antaño.



Según EUGENIO PEREIRA SALAS ("Los villancicos chilenos", "Revista Musical Chilena" N" 51, octubre de 1955), quien sigue a C. C. Polhil en The Origin of Christmas (1925), la Navidad como espectáculo tiene su origen en San Francisco de Asís, el cual puso "el énfasis de humildad de la Orden de los seráficos mendicantes en la renovación litúrgica del nacimiento de Cristo en el pesebre de Belén".

El primer praesepe navideño lo hizo el santo de Asís, en Greccio (Italia), en 1224, con personajes vivos y animales de verdad. José, María y los pastores fueron aldeanos de Greccio.

 De donde viene Santa Claus.

Se ha creído que Santa Claus es una figuración navideña inspirada en la persona del obispo Nicolás de Myra (lugar entre Rodas y Chipre), un hombre bondadoso del siglo IV que gustaba agradar siempre a los demás, regalando, aunque se disgustaba si se lo agradecían.



Pasado el tiempo, llegó a ser San Nicolás patrono de los niños, de los viajeros, de los comerciantes y de los donantes anónimos de obsequios.

En el siglo XVIII es introducido en Inglaterra como dispensador misterioso y encubierto de los presentes navideños. Con gruesa casaca invernal, en vez del traje obispal, los colonos holandeses lo llevan a fines del siglo XVII a la actual Nueva York, entonces Nueva Amsterdan.

La figura actual, del gordinflón sonriente,con nariz algo bulbosa y colorada, es obra del caricaturista Thomas Nast, de la revista Hasper's Weekly.

En Chile.

Lo más probable que en Chile haya venido con los colonos alemanes de la época de Vicente Pérez Rosales, circunscribiéndose su acción a la zona de Puerto Montt y Valdivia, hasta aproximadamente, los días del Centenario, en que comenzó a volverse una  figura de raigambre nacional.

En 1977, la llegada de un Santa Claus mecánico, fabricado en Nuremberg y escapado, por error u omisión, del Tribunal de 1945, con su metro y setenta y cinco centímetros de estatura, impresionó a los santiaguinos, instalado en las puertas de un Banco, repitiendo monótonamente:

"Hola, amiguitos. ¡Feliz Navidad! Hola, amiguitos. ¡Feliz Navidad!" (Cf. "Viejito pascuero mecanizado hace furor en Santiago", Las Ultimas Noticias, 23 de diciembre de 1977).

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Entre los Santa Claus más ruines, figura Robert Fraley, de Springfield (Ohio). Aprovechaba un traje del viejo navideño y su apariencia bonachona "para pedir dinero a los niños" (El Mercurio, 18 de diciembre de 1955).

Hace treinta años hubo un escándalo en Melbourne: una radio australiana, en una emisión del programa para niños, negó la existencia de Santa Claus. A los pequeños de cien mil hogares se les dijo que los padres traían los juguetes. Los padres indicaron que sus hijos fueron desilusionados amargamente (La Nación, Santiago, 20 de diciembre de 1951).

Una mujer normanda obtuvo el divorcio porque todavía, a los 39 años,su esposo creía en Santa Claus. Manifestó al juez "que nunca recibió ningún regalo de su esposo, porque éste siempre esperaba que ella los recibiera de Santa Claus" (La Nación, Santiago, 3 de enero de 1948).

Hay desalmados que aprovechan las celebraciones para, con el disfraz del candoroso descendiente del obispo de Myra, engañar a cajeros de banco, ingresar cocaína en el amplio cinturón, estafar a niños, emborracharse lúgubremente (en cierta Navidad —la de 1968— oímos en la Plaza de Armas a un niño que reclamaba airado a su madre, la cual lo había obligado a sentarse en las faldas de un viejo de Pascua: —Mamá, el viejo de Pascua tiene olor a vino, como mi papá).

Hay más. Hay más...



Según una de tantas tradiciones populares, la idea del árbol de Navidad se engendró en Alemania, atribuyéndose a Martín Lutero. La primera referencia acerca de su uso corresponde a 1605. Rusia adoptó la costumbre a comienzos del siglo xix.

Se cree que en Inglaterra se aclimató cuando el príncipe Alberto, marido de la reina Victoria, instaló uno en el castillo de Windsor, en 1841.

Soldados alemanes del ducado de Hesse lo trajeron a América. Por primera vez se empleó el simbólico pino adornado como motivo de la celebración de la Nochebuena en Pennsylvania el año 1746.

Los primeros que se pudieron ver en Chile dieron los de los colonos alemanes de Osorno y Valdivia, alrededor de 1860.

Ya seguiremos en este tema para entender mejor estas Fiestas, pero agregaremos un escrito de Mauricio Becerra R., @kalidoscop, de El Ciudadano, para complementar este artículo de FyCCh.

De un obispo de Anatolia a campaña de la Coca Cola.

La tradición cristiana si bien no reconoce estas asociaciones, remonta el origen del Viejo Pascuero al recuerdo de un obispo de origen griego llamado Nicolás que vivió en el siglo IV en Anatolia, la actual Turquía. El obispo fue una de las personas más veneradas por el cristianismo medieval y aún hoy se conservan sus reliquias en la basílica de San Nicolás, en Bari, Italia.

La tradición de los regalos se remonta a las fiestas realizadas a mediados de diciembre en la antigua Roma en honor a Saturno, las que finalizaban con obsequios dados a los niños por los mayores.

Claro que tradiciones de regalos a niños se desparraman en diversas culturas y épocas de la historia de Occidente. En Italia los niños italianos recibían regalos de un hada llamada Befana o en Cataluña y algunas zonas de Aragón es un tronco mágico llamado Tió de Nadal el que los dispensa.

Cuando holandeses emigraron a Nueva York llevaron consigo la costumbre de festejar a su patrono Sinterklaas, cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre. En 1809 el escritor Washington Irving en su libro Historia de Nueva York deformó el nombre de Sinterklaas por el de Santa Claus y en 1823 el poeta Clement Clarke Moore publicó un poema que daba cuerpo al actual mito de Santa Claus, aunque como un duende delgado que regala juguetes a los niños en víspera de navidad y que se transporta en un trineo tirado por nueve renos, incluyendo a Rudolph.

En 1863 el dibujante alemán Thomas Nast le dio la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón a Santa Claus. A fines del siglo XIX, una campaña de la estadounidense Lomen Company definiría que Papá Noel procedería del Polo Norte y se transportaba en renos.

En 1931 Coca Cola saca la versión reciclada de Santa Claus que había encargado al pintor Habdon Sundblom. Si bien los colores rojos y blancos los arrastraba la tradición, la fábrica de gaseosas le puso gran empeño en la difusión de la imagen.

Hoy la industria del retail, la televisión hambrienta de publicidad y producir consumos, redujeron la tradición a la compra de regalos. Era que no si la tradición de chamanes, viajes astrales y renos es mucho menos rentable que vender regalos.

Por Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
El Ciudadano

Fotografías: 1) Viejo Pascuero por Thomas Nast, blanco y negro. En 1863 el dibujante alemán Thomas Nast le dio la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón a Santa Claus. 2) Obispo Nicolás de Myra. 5) Figura del Viejo Pascuero por Thomas Nast, a color. 6) Árbol navideño de la web: Angeles Amor.

Textos del libro, Memorial del viejo Santiago, de Alfonso Calderón. (Notas al margen, del escrito "Las Pascuas de Antaño").

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