¡¡Felices Pascuas!!

En el año 2013, dejamos este saludo para todos nuestros lectores, lo transcribimos, ya que seguimos en lo mismo: "colaborando con todos nuestros amigos de la cultura tradicional"...
y también porque este texto dedicado a las Pascuas, es muy interesante.
 
 Entregamos este saludo a todos nuestros lectores y amigos del folclore y cultura tradicional, esperamos que todos sus sueños y anhelos de este año se hayan cumplido, sé que para todos los folcloristas y chilenos que aman nuestro folclore, quisieramos más espacios para mostrar nuestro trabajo, por ahora hay pocos.




Debemos seguir en lo que hacemos, solo así mantendremos nuestra cultura e identidad en boca de todos, muchos piensan que las personas han perdido su identidad y lo folclórico no es tomado en cuenta, pero en estos últimos años se ha notado un repunte, y lo mejor, es que muchos jóvenes se han integrado a las filas de los amantes de nuestras raíces.

Una felices pascuas a todos les desea este editor y FyCCh., que siempre estará junto a ustedes...
Y que mejor un artículo de Oreste Plath, para este saludo.

¡¡ Felices Pascuas !!

Las monjas Clarisas fabricaban figuras de loza para los nacimientos. Estas piezas no eran de uso doméstico; eran un bello adorno.

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En el Santiago antiguo, la Navidad se celebraba en las iglesias, en las parroquias, en los conventos, y en más de una hay recuerdos de famosos nacimientos, los que se adornaban con pasajes bíblicos representados por figuras de loza hechas por las monjas. Y esta fue la cerámica conocida como "ollitas de las monjas", que se elaboró en Santiago durante el siglo XVIII y a comienzos del siglo XX por las monjas Clarisas, anteriormente conocidas como monjas Isabelinas, por haber sido tres de sus fundadoras de nombre Isabel.

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Las piezas que hacían estas monjas no eran de uso doméstico, sino que tenían un valor de adorno, de juguete y de imitación de personajes del
santoral para los nacimientos. En ningún caso las figuras fueron motivos profanos o callejeros. Esta cerámica la realizaban también en un tamaño
muy pequeño; verdaderas miniaturas que obsequiaban a sus benefactores en cuelgas, en las que había una docena de imitaciones de artefactos.

Algunas piezas más grandes de esta locita dé las monjas tenían un valor de papel de Armenia, es decir, eran fragantes y servían para sahumerios. Una de las características estimadas de esta cerámica era el perfume, por estar hecha de una pasta aromatizada, compuesta de greda, vainilla, yemas de huevo e incienso.

Su aroma se sentía profundamente al tener en las manos algunas de estas ollitas o cuando en los sahumerios esparcía el humo de su aroma.
Era costumbre, en las grandes casas santiagüinas, sacar trozos de las ollitas para colocarlos sobre las brasas del gran brasero, a fin de que su perfume desvaneciera los malos olores.
En otros centros religiosos había fiestas preparatorias de las solemnidades del nacimiento, como lo era la antífona de la O (1).

Esta fiesta la celebraban las monjas del monasterio de las Clarisas de Nuestra Señora de la Victoria, en el mes de diciembre, y tenía un carácter tradicional profano y piadoso. Ellas se realizaron con gran esplendor hasta el año 1896; tiempo hasta el cual duraron las seglares en el monasterio.
Estas reuniones comenzaban al aproximarse la Navidad, y para ello se adornaba hasta la cocina del monasterio.

Las seglares, vestidas con traje de carácter (unas de viejas con barbas de chivato, otras de huasas, algunas de moño alto, con grandes rosas de cintas de todos los colores), esperaban en la puerta del coro a que terminaran las vísperas; y luego que salían las monjas en filas y en dirección al refractorio, las seguían las seglares, cada cual con su guitarra, tocando y cantando cogollos al Niño Jesús y a la madre abadesa.

Burrito de Belén. Coro Chile Canta.

En el refectorio tomaban asiento por orden de antigüedad.
La mesa de la madre abadesa veíase adornada de flores y bandejas de dulces y regalos como en día de santo. A todas las monjas se les obsequiaban dulces, golosinas, helados, e indispensablemente un cartucho de bolas de dulces de huesillos, lo que por ningún motivo podía faltar.

Entretanto, las seglares se quedaban en el anterrefectorio, amenizando la fiesta con música y cantares. En la mesa de la madre abadesa se colocaba el Niño Jesús de los Aguinaldos, con la antifonía correspondiente, escrita con letra muy hermosa, en la cuna del niño. Al terminar la fiesta, una de las seglares, la que parecía más letrada de entre ellas, se colocaba con respeto y ceremonia ante la Rvda. Madre abadesa y le echaba una LOA.
Era el día de la O de la madre, y todo ese día de recreo y fiesta tornaba niñas a las siervas de Dios, que cantaban villancicos y coplas al son de guitarras, campanillas y tambores (2).

Notas complementarias

(1) La alegría que engendra en los conventos el pensamiento de poseer dentro de poco al Salvador, fue y es todavía la nota dominante del santo Adviento: por eso no se dejan cantar el Aleluya y las antífona O.
Hase notado que las iniciales de las grandes antífona O dan por orden inverso estas dos palabras ERO CRAS, que significan: MAÑANA ESTARÉ, es decir, estaré con vosotros.

Es-E-O-Emmanuel Veni.
Ta-r-O-Rex Veni
ré-o-O-Oriens Veni
Ma-C-O-Clavis David Veni
ña-r-O-Radix Veni
na-a-O-Adonai Veni
aquí-s-O-Sapientia

(2) De Guernica, P. Juan. Historia del Monasterio de Clarisas de Nuestra Señora de la Victoria. Imp. Sagrado Corazón de Jesús. Santiago de Chile, 1944.

Como la Navidad se celebraba en las parroquias y conventos, a las monjas les regalaban un Cartucho de bolas de dulce de membrillo, además de dulces y helados.

El_Nacimiento.JPG

Los pesebres, también conocidos como nacimientos, eran muy populares desde el siglo XVIII en adelante.

Fotografías: 1) Nacimiento. Grabado de la Lira Popular. 2) Cerámica llamada "de las monjas". Año: 1700. 2003.Idioma: spa. Colección: Biblioteca Nacional. id MC: MC0053850. id BN: 111752. De Memoria Chilena, el Portal de la Dibam. 3) Dibujo de la Iglesia de las Monjas Clarisas. En la esquina nororiente de la Plaza de Armas se estableció la pequeña Iglesia de las Monjas Clarisas de la Victoria, las Monjitas de la Plaza; he ahí el nombre de la calle. De la web: Brügmann. Investigación, Arte, Conservación & Restauración.

Bibliografía: Gran libro del Folclor chileno. Folclore Musical. Autor Oreste Plath. Anotada,corregida y como asesora de contenidos editoriales: Karen Müller Turina, Investigadora de Arte y Juegos Tradicionales. Copesa Editorial S.A. 2008. Edición especial, textos escogidos de los libros originales Folclore Chileno y Baraja de Chile, del autor Oreste Plath.

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