La Ciudad de Santiago. Su fundación.



Poco sabemos de nuestra ciudad, y también poco de nuestros escritores que han escrito sobre ella, así esta ciudad en su contenido histórico, pasa desapercibida por todos nosotros. Solo la ocupamos y ni siquiera la conocemos completa, con sus edificios históricos, sus calles, sus iglesias, sus rincones y cuanta cosa hay en este Santiago, también tenemos a nuestros compositores que dedican sus canciones a esta ciudad, donde muchos transitamos por toda la vida, sin notar su belleza y sus paisajes de los alrededores.


Acá FyCCh., trae para ustedes un homenaje a esta ciudad, donde he vivido toda mi vida, y ayudado por nuestros amigos escritores, compositores, fotógrafós, pintores, "escuchas" y "cuenteros" de nuestra ciudad, daremos una mirada para saludar a Santiago en sus 472 años de existencia.

santiago_bicentenario_kiko393.jpgVamos con Santiago...

Acá comenzamos con nuestro amigo Enrique Muñoz Abarca y su "Santiago Bicentenario", Proyecto poético-gráfico-musical, como lo tituló.

DON PEDRO TUVO RAZÓN.

Fue en Febrero, día 12,
de mil quinientos cuarenta y uno,
cuando por entonces tuvo
la gran alegría y el goce,
don Pedro, con su gran pose
en su armadura guerrera,
poner pie en estas tierras,
con doña Inés al costado,
ciento cincuenta bien armados,
y listos para dar guerra.

Linda vista, valle hermoso
y parece, el mejor clima,
observó desde la cima
de un gran cerro majestuoso,
un buen río corre airoso,
la tierra no ofrece males,
lo que se siembra aquí sale,
dijo don Pedro dichoso
a sus hombres y con gozo:
¡ aquí asiento mis reales ¡

Sacó la virgen venerada,
revisó las condiciones,
comida y armas, raciones,
las calles fueron trazadas,
las murallas levantadas,
medida de protección,
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el peligro, a la sazón
ya se veía llegar,
"entonces hay que atinar ",
pensó Pedro y con razón.
El nativo, de pasada
se levanta en pie de guerra,
"somos dueños de la tierra"
claman las voces alzadas.
Y empiezan las emboscadas
donde no falta el valor,
soberbio suena el clamor
de un pueblo que pone el pecho
y lucha por su derecho,
¡expulsar al invasor!

La humanidad no consigna
guerra más larga y más cruenta,
dos culturas que se enfrentan,
una que se persigna
y otra que no se digna
a dar su brazo a torcer,
hay pues que reconocer
valentía en ambos bandos,
mueren, y lo hacen luchando,
pelean hasta perecer!!

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No podemos ignorar
la entereza del nativo,
"por la libertad yo vivo",
dice un cacique al luchar,
¿Quién pudiera doblegar
a un Caupolicán valiente,
a un Lautaro inteligente,
Galvarino pierde sus manos,
¡ejemplo entre sus hermanos,
fiero cual hierro candente!

Pero no solo se trata
de pasársela luchando,
hay bellos ojos mirando
entre medio de las matas,
y el español se maltrata,
el amor anda rondando,
y que estamos esperando,
c.sabes, ñañita qué pasa?,
hay que crear nueva raza,
vamos semilla sembrando!!

Amigo, acepte con calma
que de esas razas venimos,
por eso es que recibimos
lo bueno y malo de ambas.

Lo importante es que las almas
acepten su identidad,
es la única verdad
que nos aclara el futuro,
pueblos de pensar puro
merecen la eternidad...

Ahora seguimos con Sady Zañartu, que nos da otra mirada, a este Santiago (que se cree que es Chile), donde llegan todos los provincianos que acá se desarrollan, pero también dan identidad a esta ciudad, ya que los grandes representantes de nuestra cultura, la mayoría son provincianos...

Seguimos con Santiago...

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Calles Viejas de Sady Zañartu. comienza con este tema, hablando de la ciudad de Santiago.

LA CIUDAD.

YA RECUENTAN la jornada portentosa. Pecho a pecho se miran. Sobre los andrajosos justillos tiemblan las recias armaduras. Han acampado en un lugar que los indigenas llaman Chimba, a1 pie del Cerro Grande (San Cristobal), a la otra banda de las tolderias indias del rio Mapuche. Es un valle que resbaia de la alta cordillera y se afirma en unos cerros bajos y negruzcos, que calzan oro fino.

Son las visperas del 12 de febrero de 1541.

Los ojos asombrados de los indios espejean por entre las siembras de
maiz, y sus cuerpos desnudos se entregan en ofrendas de sumision.
No tardan en venir de paz, a1 parlamento a que los convocara el jefe
de aquellos hombres blancos y barbudos, el ulmen Michimalonco y los
catorce caciques comarcanos: Jaujalongo, Chingaimangue, Apoquindo,
Vitacura, Lampa, Maiponolipillan, Colina, Melipilla, Peomo, Pico,
Poangue, Cachapoal, Ten0 y Gualemo.

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Habla don Pedro de Valdivia, en una lengua que ellos no entienden, del Dios Verdadero que habita en los cielos y creo el universo; y de la existencia y soberania de un hombre mas poderoso que el Inca, Rey de las Españas y Señor del Nuevo Mundo. Los caciques escuchan complacidos la oratoria de cruces y banderas del emisario que viene de los paises de donde nace el Sol, y le forman corte y con él avanzan hasta las faldas de un rnonticulo que llaman Huelén (Dolor), a oficiar sobre el ara del improvisado altar las gracias de fundar a Santiago de la Nueva Extremadura, en cumplimiento del voto hecho a1 salir del Cuzco, de recordar la tierra natal.

Desde el cerrillo, que acuchilla en dos brazos el rio, el capitan extremeiio contempla de nuevo el valle indigena en la estratégica isla, por cuya derecha corre el cauce natural, que le da el nombre, en direccion a1 poniente, hasta extinguirse en la tierra,(*) y por cuya izquierda va su otro riachuelo, celante en una cañada, para juntarse en los bajos de Pudahuel.

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No llega el sol al meridian0 cuando esta echada la suerte de la ciudad en la traza de un damero, de modo que el rondador desde una esquina vea cuatro calles anchas, rectas y planas, como su intencion.

El alarife Pedro de Gamboa cumple, una vez mas, las instrucciones de Carlos V y, en el centro de esas manzanas, de 64 toesas por lado, fija una explanada de iguales dimensiones para que sirva de Plaza de Armas. Las casas se construyen de madera y paja -que siempre se comienza por poco- y la fábrica de !a iglesia la amasan los indios comarcanos para ganar con el sudor el nuevo cielo prometido.

Puestos los fundadores, el 10 de marzo, en cabeceros de la ciudad, eligen alcaldes, regidores, mayordomos, procuradores, para que los unos “administren justicia en nombre de Su Majestad”, los otros “provean en lo tocante al regimiento della”, y los ultimos, “procuren el pro y utilidad della”. Y, señalado por escribano publico y del Consejo a Luis de Cartagena, para que entienda en la fidelidad y asiento de Cabildos y guarda del libro de becerros, este escribe: “ ...y conviene a saber: a los magnificos e muy nobles señores Francisco de Aguirre e Juan Davalos Jufre por alcaldes ordinarios, e a don Juan Fernández de Alderete e Juan Bohon e Frnco. de Villagra e don Martin de Solier, Gaspar de Villarroel e Jeronimo de Alderete por regidores, o por mayordomo a don Antonio Zapata e por procurador a Antonio Pastrana”.

El Cabildo finca junto a1 rancho de totora donde hace cabeza de Gobernacion don Pedro de Valdivia, frente a1 costado norte de la explanada militar.
Llegan los dias de incertidumbre. Se escucha en las calles a tajo abierto el murmujeo del valle que avanza arrollador hasta las primeras empalizadas españolas. Son las voces opacas de cien mil indigenas que claman por no dejarse avasallar. En medio de los bosques husmean su presa como lobos. Han desolado las tierras vecinas, devorandose las ovejas y destruyendo los sembrios. Se han quedado en carnes para lanzar prestos sus mangas de flecheros. No van a dejar piedra sobre piedra.

"A mi ciudad". Santiago del Nuevo Extremo.



En la ciudad, las viviendas se atalayan como fortalezas: los paredones corren altos e interminables; sus agujeros negros, guarnecidos de rejas, son ojos oteadores tras la celada armadura. Sobre la casona achaparrada, frente a la puerta principal, encaramase una capucha de tejas pardas que hace al morador treparse al “alto” a avizorar las comarcas invadidas.

Han pasado por la ciudad grandes catiistrofes: las invasiones del indio, los incendios que suceden a la destruccion del poblado, las inundaciones del rio, los terremotos con que la naturaleza disciplina al contingente de frailes y soldados. Sobre aquellas invasiones el espiritu se hace acero templando su valor; sobre aquellos incendios la astucia previsora salva unos cuantos puñados de trigo para revivir las sementeras devastadas, y sobre los escombros la forma purificase en belleza.

"Por la Calle del Rey arriba". Los 4 de Chile.



La rústica iglesia se convierte en templo suntuoso, de labrado en piedra. El rancho del Gobernador transfórmase en la Capitania General del Reino. Los adobones de los de la Plaza Mayor sirven de base a portales y terrazas desde donde nobleza colonial asiste a los torneos y justas, a las fiestas de coronacion de un nuevo Rey o a la llegada de un Presidente de Chile.

Ya la ciudad ostenta por armas y divisa un leon con su espada desnuda en la mano, en campo de plata, y por orla ocho veneras de oro en campo azul. Es la eiecutoria de que S.M. Carlos V le hace merced.

iComo se ha hecho grande y famosa!
Cada calle tiene una leyenda que desde su origen desovilla un hilo mágico para acollarar el esfuerzo de la raza.

El sereno canta aun con su alma bañada de estrellas y avemarias. Ha visto cuatro siglos de noches tormentosas y noches radiantes sobre  tejados de purpura. Lleva una luz que pende del baston como en la proa de un buque fantasma. Y a su paso sigiloso se corre la aldaba de un porton, burbujea la pila de una plazoleta, el moribundo pide confesor, y el beso restalla libre en el hueco de un tapial.

Se detiene con el temor de que los muertos salgan desde el refugio de las sombras pidiendo su derecho a la vida, frente a los colmenares humanos que clavan sus agujas en el cielo. Y al sentirse revestido de autoridad, mira que aun porta en sus manos la vara de Castilla para medir hombres paramentados y hombres desnudos.

Esta rendido. Pero en la noche andina, al entonar el Ave Maria Purisima, levanta su corazon, como los indios ofrendan el vaso sagrado a la Cruz del Sur.

Fotografías. 1) Fundación de Santiago. Aguirre. 2) Portada libro de Enrique Muñoz Abarca. "Santiago Bicentenario". 3) Foto piedra escrita en Cerro Santa Lucía, foto Germán Gaez. 4) Dibujo de H.Catalán. Web. www.chipelibre.cl 5) Portada de "Calles Viejas" de Sady Zañartu. 6) Fundación de Santiago. Pedro Lira Urqueta. 7) Plan de la Ville de Santiago. Foto de web: Urbatorium.

(Ir a Parte 2 de Ciudad de Santiago).

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