Navidades, esta vez por Oreste Plath.


Como admirador de Oreste Plath (su seudónimo), César Octavio Müller Leiva (nombre real), no podía dejar de publicar sus escritos en relación a la Navidad. Y aquí en "Folclore y Cultura Chilena" está Don Oreste para que les relate las navidades en Chile. Textos de el libro "Folklore Chileno", Editorial Nascimiento, año 1979. Foto nueva portada, en Editorial Fondo de Cultura Económica Chile.




Pero antes un alcance que otro escritor hace de Oreste Plath.

Nicomedes Guzmán retrató al autor de este libro como poseedor de una tenacidad de labriego, de minero, de pescador, en la búsqueda de la esencia de lo chileno, en las costumbres, en el decir, en la leyenda, en las creencias, en las oquedades oscuras de la superstición.

Agregó que tenía delante de sí al pueblo y se desvivía hasta dar con la veta de sus raíces anímicas.
Nacido en 1907, iniciado como poeta, ex Director del Museo de Arte Popular, Oreste Plath trabaja con entusiasmo juvenil en el desentrañamiento de los mitos populares chilenos, de sus dichos, refranes y cantigas, cuentos, pegas y trabalenguas, recogidos algunos tan sólo por la tradición oral.

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Es un digno sucesor, en este sentido, de don Julio Vicuña Cifuentes, de don Ramón Laval, del doctor Yolando Pino Saavedra.

Los entierros en pleno centro de Santiago, las mansiones embrujadas, los casos prodigiosos como el del reo que se fuga de la cárcel en un velero que dibuja en la pared, encuentran en Oreste Plath, un acucioso transcriptor que cita con honestidad sus fuentes informativas y contribuye a dar otra dimensión a la rutina y al convencionalismo de la realidad.

Hasta aquí Nicomedes Guzmán y ahora Oreste Plath nos relata sus navidades.

Oreste Plath, Navidades.

NAVIDADES

Las iglesias y las parroquias montaban Nacimientos y se visitaban por años con renovada emoción.

En humildes iglesias rurales, se hacían representaciones a lo vivo de este hecho bíblico, y era así como se veía a los Reyes Magos y pastores en carretas y al pueblo que los acompañaba cantando tonadas y cogollos.

Toda la tradición popular aparecía en los Pesebres de estricta fabricación casera y realizados con delicada e ingenua fantasía.
La gracia del arte popular se asomaba a ver la Virgen, a Don Josecito y a la Guagua Linda, también Preciosura, Lucerito.

Y venían como apuradas a la cita las gredas de Quinchamalí con sus negros y brillantes chanchos gordos; la greda decorada de Talagante, con sus representaciones del jinete que lleva en su caballo a la prenda, la enamorada al anca; la greda de Pomaire, miniatura roja.

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Por los caminos del Nacimiento tranqueaba el caballito de madera, el caballo chileno de fabricación carcelaria; rodaba la carreta, con su carretero con ojota, poncho y chupalla, sombrero alón de paja de trigo; la pequeña cestería de Rari; la canasta de alambre repleta de huevos; el nido de pájaro arrancado de un árbol; el platillo rebosante de trigo recién nacido,

Y entre esta humilde gracia los lagos de espejo con sus orillas de aserrín; los animales de juguete: corderos, gallos, muías, bueyes, todo lo cual constituía la atracción de grandes y chicos.

Entre un perceptible olor de claveles y albahacas y entre elementos decorativos mínimos y grandiosos estaba el Altar de la Cristiandad.

El aspecto social de las antiguas navidades se veía cuando se abrían las puertas de las grandes casas y mostraban sus Pesebres importados.
Confraternizaba el hijo del pueblo con la gran familia.
Estos Pesebres se montaban en los hogares de las familias copetudas, pudientes, y se dejaba la puerta abierta para que los transeúntes pasaran a saludar al Niño Lindo. Cualquier persona era Festejada con mistela, con horchata, con helados de canela.

La Navidad estaba unida a la gastronomía. En muchas casas aparecía el viejo condumio, la cena que preparaba la querenciada cocinera o la mano de la abuela que tenía a honor reproducir la familiar, la tradicional receta de una torta o mistela, para regalo de aquella noche y del paladar.

La buena mano de la china noble aparecía en una lengua nogada; en el pavo relleno; en la cazuela de ave; en los pollos arvejados.

El vino del santoral se bebía moro, no bautizado, purito.
Los postres los componían la leche asada; el manjar blanco; los dulces de pasta de almendra en figuras de palomita; los bollos de Pascua y las empanaditas de peras.
La dulcería era un desfile interminable que encabezaban los huevos moll, que los chiquillos llamaban huevo molle; los buñuelos de huevo; los alfajores de manjar blanco; las cajetillas de yema; la torta de bizcocho; las pinzadas de almendra, y el popular pajarito de masa patinado de huevo batido, todo para el espumoso y fragante chocolate.

No faltaba el dulce de alcayota, de pera, la miel o el arrope que dormían en la alacena o despensa.

Las Cenas de Nochebuena tenían olores especiales que se lo daban los ramos de albahacas con resedá, los claveles; las frutas que aportaban su color y sabor.

Había orgullo de tender la mesa con lo que se producía en la época, sobre todo en frutas, de este modo no faltaban las chirimoyas; los duraznitos de la Virgen; las peras del Niño; las sandillas primerizas; las guindas negras; los damascos; las ciruelas y las brevas curadas, apuradas en su madurez.

Los fuertes lo componían el guindado o guindao y el apiao en un buen aguardiente.
El guindado, eran guindas maceradas en aguardiente y el apiado era maceración de apio en aguardiente. Pero los fuertes no eran sólo éstos. Se bebía el Cordial, agua caliente, azúcar quemada y aguardiente; el Candiel, huevo batido, leche y aguardiente; el Lucas, jarabe azucarado con aguardiente y culén.

Las enemigas del alcohol (siempre las hay), tenían sus bebidas dulcecitas. y simplonas, poco fuertes, apenas con malicia cuando a la Aloja de Culén se le. colocaba con disimulo, un poquito de aguardiente.

Las que gustaban de licores más finos y delicados contaban con las mistelas.
Las mistelas más caracterizadas eran las de fruta y las de flores, teniéndose predilección por las de flores de naranjo y acacio.
Las mistelas eran de diversos colores y estas se conocían y se pedían por su color.
Rosada, de rosas; verde, de apio; roja, de guindas; morada, de betarraga; blanca, de coco; opalina, de anís; amarilla, de naranjas.

1417360951362-LICORES_CASEROS.jpgEl lenguaje de las mistelas fue uno de los recursos de la coquetería femenina en el voluptuoso siglo XVIII.
La mistela, licor de variados colores y de señorío y actuación nocturna, tuvo un rango aristocrático y luego se fue democratizando.

Nació con el nombre de mistelay y él deriva de la flor de la mistela, florecillas de color púrpura. Los misteleros tomaban esta flor y la colocaban con azúcar en aguardiente, apenas colocada, comenzaba a desprender una infinidad de partes colorantes, que esparciéndose por todo el licor, en brevísimo tiempo lo teñía perfectamente de un bellísimo color púrpura, sin comunicarle mal gusto alguno.

La horchata de almendras o de pepas de sandía, tanto se preparaban en los conventos como en las casas. Las monjas y las abuelas no se daban descanso en la preparación de estas exquisitas e ingenuas bebidas.

Para el calor, la calor, estaban la limonada, la naranjada y el mote con huesillos, de gran sabor nacional.

En los hogares se acostumbraba que los niños dejaran sus zapatos, en la Noche de Navidad, al lado afuera de las piezas o en las ventanas, para encontrarlos con regalos al día siguiente.
Amigos de la tradición han rescatado el perfil de las viejas navidades y han relevado el sentido que tuvieron, es decir, ese todo divino y humano que se lo daban los Belenes o Nacimientos desde la Colonia.

Estos altares vuelven a aparecer con los presentes de sabor criollo y se elevan voces para cantar villancicos o cogollos, acompañados de música de arpa y guitarra.
La Pascua Florida es una festividad leal al país, a la realidad de la estación de verano, floral, frutal.

En los pueblos del interior de las provincias del Norte Grande, los que están en las sierras, estas festividades tienen otras variantes. En Pica, la Navidad se celebra el 6 de enero, Fiesta de Reyes.

Para esta ocasión se construye el Pesebre, verdaderos bazares en que se ven muñecos de tipos indios, incásicos; figuras de llamas, vicuñas.
La fiesta se inicia el día 4 de enero para tener sus vísperas el día 5 y culminar el 6, fecha en que la iglesia lo consagra a recordar la adoración de los Reyes Magos.

pesebre_en_iglesia.jpgLa Iglesia levanta su Pesebre, el que es objeto de la visita de grupos danzantes, bailes religiosos. Estos bailes llevan en procesión al Niño Dios por las calles para visitar los Pesebres familiares que se asocian de esta manera a la celebración.
Los bailes ofrecen versos y la ofrenda de los versos se hace de rodillas, rezan y cantan avanzando y retrocediendo y este esfuerzo se realiza bajo una temperatura de treinta grados.

Esta es la fiesta de Manuelito, aquí se llama Manuel Jesús al Niño Dios.
Y así son los cantos:

Cantemos al Manuelito
 todos con alegría
porque acaba de nacer
en este glorioso  día.

Digámosle con rendidos,
con humilde devoción,
que nos dé su gracia
y su santa devoción.         .

Cantemos al Manuelito,
allá nuestro resplandor,
porque del cielo ha bajado, nuestro Redentor.

Ya tocan la campanilla,
ya nos llaman a rezar,
con los sustos y los miedos,
no me puedo persignar.

Adiós, mi niño,
adiós, mi niño,
 hasta el otro año
si nos das vida.

Todos tus indios,
ya estamos postrados,
 todos llorando
nos despedimos.

Adiós, María,
adiós, Señora,
hasta el otro año,
divina aurora.

Sólo quedamos
con la esperanza
de que la otra vida,
Dios la afianza ...


NOTAS COMPLEMENTARIAS

Los pesebristas una de las Secciones de la Asociación Folklórica Chilena, dependiente del Museo Histórico Nacional retomó el colorido de las viejas pascuas; reanimó el tradicional Belén; fomentó exposiciones de Pesebres en casas particulares y en el comercio; invitó a los pintores a la realización de postales con motivos alusivos a la Pascua Chilena e impulsó la apertura del Bazar y de la celebración de la Cena de los Artistas.

A !a evocación de las Nochebuenas tan asistida de frutos, comidas, bebidas; y a las representaciones de pesebres de la familiaridad, se entrega un calendario de celebraciones con sabor regional.
En el norte, Pica y Matilla, provincia de Tarapacá, están Los Niños Pastores, hermandad de niños y niñas que cantan y bailan durante el novenario y en la procesión de la gran noche.

En la provincia de Antofagasta, en San Pedro de Atacama, efectúan representaciones en torno del Niño; en Toconao se honra al Niño con cantos y bailes y lo llevan en procesión por todo el pueblo; en Chiu Chiu, en los hogares se hacen Pesebres y en la Nochebuena se permanece alumbrado con una vela que anuncia la llegada del Niño Dios; en Socaire, se coloca en una cuna la criatura de más reciente nacimiento y ésta permanece aquí haciendo las veces de Niño Dios y lo rodean de los animales a visitarlo y cada cual le lleva algún regalito.
 Hay un grupo de personas del ciclo navideño, ponen imágenes de santos y la gente del pueblo pasa encargadas de cantar y tocar quenas y flautas.

En la provincia de Valparaíso, en Las Palmas de Limache, se festeja la Nochebuena por hermandades.

En la provincia de Santiago, en Malloco se efectúa la Nochebuena una procesión con el Niño; en Melipilla, en la casa parroquial, discurren pastoras y pastores en Autos Sacramentales, Autos de navidad, en los que se ve a Gaspar, Melchor y Baltasar cabalgando en briosos caballos. Y en la capital, Santiago, en la Parroquia de San Antonio de Padua, algunos años, se bendice en la plazuela de la parroquia aves y animales que son llevados por sus dueños.

Siempre la provincia de Santiago, en Pomaire, zona de gran figuración en el Mapa Alfarero de Chile, se destacan expertas en Pesebres. La Nochebuena, estas grederas lucen en el Nacimiento de la iglesia sus mejores piezas y en el coro alzan sus voces a lo divino y a lo humano con acompañamiento de arpa y guitarra.

Fotografías: 1) Libro de Oreste Plath, Folklore Chileno. 2) Oreste Plath. 3) Artesanía de Talagante, de Teresa Olmedo Díaz. 4) Artesanía de Rari, VII Región a 20 Km. de Linares. Del blog "Maestra Madre". 5) Buñuelos. 6)  Mote con huesillos. Del blog "La Buena Vida". 7) Mistelas. Blog "El Rancahuaso". 8) Pesebre en Iglesia.

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