De lo folclórico y lo folclorológico.

 


De lo folclórico y lo folclorológico.

Por Yvain Eltit Presidente de la Sociedad de Folclor Chileno.

En palabras de don Oreste Plath, "el pueblo chileno es un complejo mosaico en que se han incorporado, sobre una base indígena araucana", otras tradiciones, y desde allí creo debemos observar una identidad que no termina de cambiar, con brisa marina y mirada cordillerana. 

El folclor se vive, se siente, se respira, es un todo; comprende costumbres, dichos, alimentos, vestuario, naturaleza, juegos, mitos, leyendas, etcétera. 

No obstante, debemos distinguir primero entre lo folclórico y lo folclorológico. Lo folclórico tiene que ver con toda expresión artística que se relacione con nuestros saberes e identidad, por ejemplo: cueca porteña, caporales, ritos, poesía popular canto a lo popular y lo divino, entre tantas otras. En cambio lo folclorológico es aquello  relativo a la folclorología, disciplina que se encarga del estudio de lo que somos desde las ciencias sociales. Esto abarca las manifestaciones artísticas ya mencionadas, pero procura recoger y poner en valor aspectos clave de la cultura popular documentando, generando espacios de discusión y problematizando para entregar nuevos puntos de vista. 



En nuestro país en 1909 el lingüista alemán Rodolfo Lenz Danziger fundó un proyecto adelantado para su tiempo, denominado Sociedad de Folklore Chileno. Esta organización tomó ámbitos como literatura popular, costumbres y festividades tradicionales, así también como una fuerte impronta de nuestros pueblos originarios, particularmente el mapuche. 

Hoy son muy pocas las instituciones chilenas que se hacen cargo de lo nuestro con la pasión con que Oreste Plath lo llevó adelante, de la mano de la Universidad de Chile y con notables rectores como Juvenal Hernández Jaque, Juan Gómez Millas y Edgardo Boeninger Kausel, o la inacabable labor de Raquel Barros Aldunate.

 Institucionalmente quisiera destacar el Museo del Carmen de Maipú (Santiago), la Biblioteca Nacional de Chile (Santiago) y la Feria de las Artesanías (Pontificia Universidad Católica - Santiago). Así como personas que promueven el ser chileno más allá de lo musical y lo dieciochero, entre ellos: Patricia Chavarría Zemelmán (Archivo de Cultura Tradicional de Artistas del Acero, Concepci6n), Manuel Sánchez S. (cantor a lo humano, poeta popular y payador), Micaela Navarrete Araya (fundadora del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares - Biblioteca Nacional de Chile), Karen Plath Müller Turina (investigadora, difusora de la obra de su padre),Carlos Miranda Martínez (folclorista, director del grupo Trehuaco) y la familia Lizana (oficio de organilleros iniciado por don Héctor Lizana Gutiérrez en 1936; actualmente su hijo Manuel Lizana Quezada y descendientes). 



Después de repensar y revisar lo que la nación nos demanda para recuperar nuestra identidad, nos queda la misión titánica de abrir caminos para un espacio donde nuestro folclor no sea recordado como un aderezo a las empanadas y el pisco o se asocie solamente a la danza y el canto. las universidades perdieron su responsabilidad histórica, ligadas a caudillos de las ciencias sociales o con museos cuya misión con el arte popular americano es prácticamente nula. Si somos responsables, como Puerto debemos propiciar un lugar donde se aborde, investigue y promueva cada expresión artística y popular de Chile. 




Del Periódico La Estrella de Valparaíso, 2020 (s. 7-11) De lo folclórico Estrella p. 03 Memoria.

Aporte de Karen Müller Turina.

Fotografías: 1) Vista del Valle del Mapocho, lámina de Claudio Gay. 2) Oreste Plath nuestro connotado folclorólogo, que nos sumerge en la sabiduría de nuestro pueblo, donde encontramos personajes populares, las leyendas, refranes el habla popular y mucho más. Acá lo vemos examinando unas cerámicas. 3) Página de el Periódico La Estrella de Valparaíso.

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