Grandes Mitos de la Memoria. La Página Sepia. Parte 4.




Siempre leyendo sobre nosotros los chilenos y citando a muchos escritores, periodistas, cultores de música tradicional, historiadores y toda la gama de amigos que escriben y dejan su legado para que nosotros, al día de hoy, disfrutemos y gocemos con estos escritos.


 
Acá hemos invitado alguna vez a Joaquín Edward Bello, con sus escritos en "Mitópolis", que nos indica, cuanto de mitómanos tenemos, y nos damos cuenta que creemos todo lo que nos dicen (leer discursos de candidatos a cupos parlamentarios...), y con este artículo encontrado en un medio de comunicación nuestro, El Mercurio, lo traigo acá para su entretención...
Publicado en El Mercurio de Santiago, domingo 23 de septiembre de 2007, página A 23, Sección Actividad Cultural.

Grandes Mitos de la Memoria. 

Una cuestión nacional: Grandes mitos de la memoria
La costumbre y la reiteración por generaciones han validado hechos que fortifican la chilenidad pero que, en la mayoría de los casos, son falsos.

VÍCTOR M. MANDUJANO


 

De tanto escuchar afirmaciones que vitalizan nuestra chilenidad, las damos por ciertas. Como aquella que da por ganadora a la bandera chilena en un concurso internacional. 

Sólo encontramos un dato al respecto: en el balneario belga de Blankenberghe se habría realizado un concurso mundial de diseños de banderas. Coincidió que las familias de la señora Rojas de Baehcker y de Felipe Casas Espinóla pasaban allí sus vacaciones y presentaron la bandera chilena al certamen. "Nuestra vanidad ha quedado grandemente satisfecha con este triunfo. 

Por insignificante que se le considere, hay que confesar que él ha contribuido con éxito a dar a conocer a nuestro país en el Viejo Mundo", se lee el 6 de octubre de 1907 en la revista "Zig-Zag".

Sobre el acontecimiento, Joaquín Edwards Bello dice que el concurso pudo existir, y sugiere que el primer lugar habría sido para Francia y que Chile habría obtenido el segundo puesto.

Seguramente, de ahí nació la historia del segundo lugar obtenido por el Himno Nacional de Chile en otro torneo, siendo sólo superado por "La Marsellesa" de Francia.
Edwards Bello relega el aserto a la categoría de mito urbano.



Como de música hablamos, nuestro actual Himno Nacional sustituyó al primero de 1819 (con letra de Bernardo de Vera y música de Manuel Robles Gutiérrez). Fue estrenado en Santiago el 23 de diciembre de 1828. Su música fue encargada por Mariano Egaña (ministro de Chile en
' Londres) a Ramón Carnicer, un español exiliado en Inglaterra quien nunca conoció el país.

En 1847, la letra de Bernardo de Vera (con fuertes elementos antiespañoles) fue cambiada por la del poeta Eusebio Lillo. De la primera versión sólo se conservó el coro: "Dulce patria..." (a sugerencia de Andrés Bello).

 En relación con la supuesta competencia, Rodrigo Torres, musicólogo de la Universidad de Chile, sostiene: "Un concurso internacional de himnos nacionales es completamente absurdo.
El nuestro tiene un tratamiento armónico interesante, pero se advierte la influencia del belcanto italiano, la moda de aquella época. El estribillo se debe cantar en falsete, porque en 'Patria' se llega a la nota Sol, y en 'asilo' sube a un La, tonos extremadamente difíciles para la mayoría
de las personas, lo que aleja a la composición del concepto de himno: una melodía sencilla y sin grandes modulaciones".

Otro de los grandes temas pendientes de investigación musicológica postula que un trozo del segundo acto de la ópera "Lucrecia Borgia" (1833), de Gaetano Donizetti, es de una similitud asombrosa (incluso tonal) con una parte del Himno Nacional Chileno. Difícilmente Donizetti pudo conocer la música de Ramón Carnicer, pero en aquellos años los compositores trasladaban, sin problemas, melodías de una ópera a otra, por lo que el pasaje pudo estar incluido en una obra de Donizetti anterior a 1828.

Lo que en definitiva queda claro, por ahora, es la influencia belcantística en nuestro Himno Nacional.

Otros casos notables.



Primer Ferrocarril de Sudamérica.

Siempre se ha dicho que fue el de Copiapó a Caldera.
Incluso Correos de Chile, en su sello de 1954, incurre en el error.

La primera prueba de ese tren nortino se efectuó el 29 de julio de 1851 y su inauguración definitiva debió esperar el 1 de enero de 1852, cuando la vía llegó a Copiapó en un tramo de 81 kilómetros.

En rigor, el primer ferrocarril de Sudamérica fue el de Georgetown a Plaisance (Guayana Británica), que cubrió ocho kilómetros en noviembre de 1848.

El segundo fue el del Callao a Lima, con una ruta de 14 kilómetros, que comenzó a funcionar en abril de 1851 El de Chile fue el tercero.

El viaducto sobre el río Malleco.




Por tratarse de una estructura de acero similar a la de la famosa torre parisina, se asegura que el imponente puente de 408 metros de largo y más de cien de altura (una de las obras más importantes de la ingeniería en Chile) fue construido por Gustavo Eiffel. 

Inaugurado el 26 de octubre de 1890 por el Presidente José Manuel Balmaceda, la ingeniería y construcción del proyecto correspondió al profesional chileno Victorino Aurelio Lastarria, quien había obtenido su título profesional de ingeniero civil en la Universidad de Gante, Bélgica. El estudio preliminar de la estructura se debe al ingeniero suizo Gustavo Adolfo Flühmann.

La confusión se produjo porque Gustavo Eiffel presentó una propuesta al llamado a concurso que hizo el Gobierno de Chile para la construcción del viaducto en 1885, pero no calificó, siendo elegida la empresa Schneider & Cía (Le Creusot).

 
Los chilenos somos "buenos para los combos".




La historia dice lo contrario, porque en boxeo (disciplina que en Chile iguala en antigüedad a la práctica del fútbol), el único campeón mundial que hemos tenido es Benedicto Villablanca, quien conquistó el cinturón de los ligero júnior (AMB) el 7 de junio de 1982.18 días después, el 25 de junio, perdió la corona por estimarse que había golpeado al rival con la cabeza.

La historia cuenta que el 5 de junio de 1982 Benedicto Villablanca se transformó en el primer chileno en coronarse campeón mundial de boxeo luego de derrotar por nocáut técnico al puertorriqueño Samuel Serrano. 

Sin embargo, ese mismo episodio, como muchos en el deporte nacional, tiene un triste final: 20 días después la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) decidió quitarle el cinturón al deportista nacional.

"Fue una noche feliz. Había logrado lo que nadie había logrado en el país: el primer título mundial y después vinieron cosas extradeportivas donde se me quitó el título en Puerto Rico", recordó con nostalgia desde su hogar en Melipilla.

La pelea se disputó en el Teatro Caupolicán, un recinto que estaba lleno de chilenos apoyando al representante nacional, quien llegó en su mejor forma para cumplir un sueño que no pudieron materializar Estanislao Loayza (1925), Alejandro Romero o "Routier Parra" (1928), Simón Guerra (1930), Arturo Godoy (1940 y 1943), Alberto Reyes (1954), Godfrey Stevens (1970) y Martín Vargas (dos veces en 1977, 1978 y 1980).

Fotografías: 1) La Página Sepia. 2) Bandera chilena. 3) Partitura para piano del Himno Nacional de Chile. Web: Memoria Chilena. 4) Estampilla Centenario Ferrocarril Copiapo a Caldera.1951. 5) El viaducto del Malleco es un puente ferroviario chileno ubicado sobre el río Malleco, en la ciudad de Collipulli, Región de la Araucanía.  6) Benedicto Villablanca, en Revista del Deporte.


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