De los "archivos" que acumulo en mis
lecturas por la web y otros, rescato este artículo escrito por un amigo y
cononocedor de nuestra cultura tradicional, Ricardo E. Ortiz Barría,
periodista, escribe en El Divisadero, el diario de la Región de Aysén, Patagonia, Chile.
Conocía al dedillo todas las labores salitreras. Peregrino de un viaje sin posible término, había disparado
un cachorro (pequeño disparo de pólvora con que se afloja el caliche).
En Santa Luisa, se había hecho ripiar (trabajador que se ocupa en sacar
la tierra suelta que sobre en los cachuchos hirvientes, después de
liquidado el salitre) en Ballena y había tomao junto al patrón Daniel
Oliva cuando en la oficina Atacama les toreaba los cobres con damajuanas
de chicha…” “Politiquería” “Hay hombres suspensivos que son
indispensables en la caligrafía politiquera, así como hay diputados
interrogantes que no dejan en paz a los ministros, con curiosidades de
carácter administrativo y de repetición cargante. Yo pregunto al
Gabinete si es posible tal situación en el país… Yo me pregunto señor
Presidente…. Total que el ministro acaba como siempre por anunciar que
“estudiará los antecedentes de esa cuestión gravísima”, y que el
diputado queda como de costumbre: sin saber nada” “Politiquería” fue
publicado reiteramos, en 1905, cualquier semejanza, pensamos, “no es
ninguna coincidencia”. (*)
Ingresen a El Divisadero
y podrán leer un artículo dedicado a Gonzalo Rojas: Un relámpago
llamado Gonzalo Rojas (1917.2011), pero acá Ricardo nos cuenta de Carlos
Pezoa Véliz, los dejo con su texto.
Carlos Pezoa Véliz: El cantor del pueblo
Viernes 2 de Mayo del 2008
Ricardo E. Ortiz Barría
El día de ayer jueves 1 de Mayo (este año
fue domingo), se conmemoró en Chile y en el mundo, tal y como viene
aconteciendo desde 1890, es decir desde hace ya 118 años, el día del
Trabajo. En recuerdo de tan significativo hecho, hemos querido asociar
hoy, una fecha que involuntariamente, habíamos pasado por alto.
El 21 de Abril pasado, se conmemoró el
primer centenario del fallecimiento de uno de los más destacados poetas
sociales chilenos, denominado, creemos en justicia, el cantor del
pueblo, a la temprana edad de 29 años en el Hospital San Vicente de
Paul de Santiago el 21 de Abril de 1908, fallecía Carlos Pezoa Véliz.
Nacido en Santiago en una fecha hasta hoy
no precisada, pero que según se desprende de anotaciones hechas por el
propio poeta en su diario intimo, el cual comenzara a escribir el día 4
de Noviembre de 1899, en el cual señala” Según me han dicho, yo nací el
21 de Julio de 1879” se considera esta, como la fecha oficial de su
nacimiento.
Siendo muy niño fue recogido por un
matrimonio que carecía de hijos ; constituido por José Maria Pezoa,
oriundo de Jahuel, comerciante en leña y licores y Emerenciana Véliz,
quien administraba el baratillo de zapatos, pañuelos, artículos de
greda, braseros de hojalata, sopladores y otras menudencias, el cual
existió en una calle que, se encuentra ubicada al costado norte del hoy
Parque Almagro en la comuna de Santiago, denominada Mencía de los Nidos,
en recuerdo de la valerosa heroína oriunda de un pueblo de Extremadura
en España llamado Cáceres, inmortalizada por la pluma de Alonso de
Ercilla y Zúñiga en “La Araucana”.
Carlos Pezoa Véliz pese a no haber
publicado libro alguno en vida, con su prosa y poesía impregnada al
decir de uno de nuestros más grandes escritores costumbristas Nicomedes
Guzmán (*) de una “Sensibilidad excepcional y poderosa, cantó al pueblo
nuestro con mucha amargura y, sin embargo ¡con cuánta fuerza de
entendimiento hacia los seres humildes, hacia el hombre anónimo, hacia
la auténtica mujer de la tierra¡, impresionó fuertemente en los círculos
intelectuales de Santiago y Valparaíso a comienzos del siglo XX.
Su marcada inspiración social, contrastaba
con el modernismo implantado entonces, por el poeta nicaragüense Rubén
Darío; en el poema “Cansancio del camino” publicado en 1903, nos
encontramos con dos cuartetas que podrían considerarse, algo así como la
declaración de principios del poeta “Yo
no sé la estocada sorpresiva/ que hace saltar la sangre del contrario, /
ni me la aprenderé mientras viva/ porque no siento audacias de
adversario. /Yo no nací para luchar. De niño/ a hombre, sin pensar jamás
en músculos, / debí solo ver flores, ver cariño, / campiñas, alboradas y
crepúsculos.”
Del poco más de un centenar de poemas hasta
hoy conocidos, escritos por C. Pezoa Véliz insertos en diversas
antologías, han alcanzado mayor difusión y trascendencia: “Nada”, “Entierro de campo”, “ El perro vagabundo”, “Teodorinda” y “Tarde en el hospital” entre otros;
este último, titulado originalmente “ Tarde en el hospital alemán” fue
publicado en Agosto de1907, es decir ocho meses antes del fallecimiento
de su autor en 1908, la posterior omisión de “ alemán” dio pié a la
creencia de que se trataba de el último de sus poemas, escrito en el
hospital San Vicente de Paul de Santiago.
"Nada" de Carlos Pezoa Véliz por Eduardo Yañez.
Uno de los grandes difusores
contemporáneos de la obra de este cantor del pueblo, ha sido sin duda
alguna el actor Jorge Yáñez, quien en 1977 en su disco debut como
intérprete y recitador solista titulado ¡ Y que jue…!, incluyó con
la musicalización de Patricio Liberona, recordada primera voz de “Los
Moros” el poema publicado en 1904 “Nada” , cuyos primeros cuatros versos
dicen “Era un pobre diablo que siempre
venía/ cerca de un gran pueblo donde yo vivía; / joven, rubio, flaco,
sucio y mal vestido, / siempre cabizbajo…¡Tal vez un perdido !.
Tres años más tarde en 1980 en su
segundo disco titulado “Ya no es tiempo de llorar” incluyó los poemas “
Entierro de campo” publicado en 1901, con música incidental del
recordado gran guitarrista nacional Jorge Muñoz (Q.E.P.D.), y “ El perro
vagabundo” publicado también en 1901, el cual nos trae a la memoria
un recordado programa radial que en aquella difícil época, emitía a
través de sus ondas CB 66 la recordada radio Chilena, nos referimos por
cierto a “Nuestro canto en la chilena” espacio creado y conducido por
Miguel Davagnino”, en aquel tiempo escuchamos una bella cuarteta a modo de estribillo musicalizada por Jorge Yañez que dice “Es
frase de dolor . Es una queja/ lanzada a tiempo, pero ya perdida; / es
un día de otoño que se aleja / entre la primavera de la vida”.
En 1987 el poeta y cantautor Mauricio
Redolés en su álbum “Bello Barrio” incluyó su muy bien lograda y
personal versión del poema “Nada”. La prosa de Carlos Pezoa Véliz,
especialmente aquellas de profundo contenido social y crítico, lo
llevaron a ser comparado, con uno de nuestros más grandes cuentistas
sociales, el lotino Baldomero Lillo, a modo de ejemplo transcribiremos
fragmentos de “El Taita de la oficina” publicado en 1906 relato que
describe la vivencias de un viejo obrero del salitre, y de
“Politiquería” publicado en 1905. “El taita de la oficina” “El hambre
era para el “una tonada en las tripas”, la mujer una “chancadora de
chauchas”, el amor una “rasca sin vino “, la cerveza el “Dominus
obisco”, el matrimonio un “sermón de las tres horas”, el trago un
compañero y la vida “una payasá”…
Del prólogo de “Carlos Pezoa Véliz, antología “segunda edición, Editorial Zig Zag 1970.-
Fotografías: 1) Carlos Pezoa Véliz, dibujo de una antología, de la web: http://www.poesias.cl/ 2) Salitrera abandonada en el Norte de Chile. Primera Región Provincia de Tarapacá.
Nota de FyCCh.: En este escrito se habla de "Nuestro Canto", programa en Radio Chilena, conducido por Miguel Davagnino. Gracias a Radio Cooperativa, nuevamente estará al aire este programa. A cuarenta años exactos de su creación, el programa regresa en esta nueva temporada siempre con la conducción de Miguel Davagnino y con frecuencia diaria, de lunes a viernes a las 23.00 horas, fiel a su vocación por difundir el cantar que tiene sentido, entendimiento y razón.
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